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Cristo es
Vencedor Mayo/Junio 2004 |
“El Verdadero Poder”
"He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará" (Lucas 10:19).
Nosotros debemos examinar nuestras propias vidas, como C. T. Studd solía hacer, para ver cuanto de las Escrituras estamos cumpliendo. El Señor nos da un cheque en blanco. "He aquí os doy potestad ... .sobre toda fuerza del enemigo." ¿Cómo puede el diablo tener poder sobre nosotros? Solo cuando hay pecado escondido en nuestros corazones, entonces el diablo puede tener poder sobre nosotros.
Muchas veces nosotros no estamos ansiosos o decididos acerca de la victoria personal. ¡Que fracaso es eso! Si nosotros no tenemos victoria en nuestros propios corazones, ¿cómo podemos ayudar a otros? La Victoria consiste en el verdadero amor. El amor no hace nada malo por el prójimo. El amor es el cumplimiento de la ley. La lujuria es egoísmo y es de la carne. Lo que es de la carne es carne y lo que es del Espíritu es Espíritu.
Si su corazón y su mente están comprometidos
en esta aptitud _ "¿Cómo puedo glorificar a Dios y
santificar su nombre? _ entonces el diablo tiene poco chance para atacarle en
la carne. Usted está cumpliendo la oración del Señor:
"Santificado sea tu nombre"(Lucas 11:2).
Yo siento que nuestra fe es muy poca. Algunos de ustedes pueden pensar que estamos haciendo algo grande. Yo siento que no hemos hecho mucho. Los poderes de demonios y los poderes de la idolatría tienen todavía control sobre muchas naciones.
Jesús dijo: "Yo les daré poder sobre todo poder del enemigo." Nosotros estamos fallando para atar el poder del enemigo. En la noche cuando los israelitas estuvieron saliendo de Egipto, los poderes de tinieblas fueron completamente atados. Ellos no pudieron alcanzar incluso ni una familia entre los israelitas. Ésta es la victoria que debemos reclamar para nuestras naciones.
¿Por qué no estamos viendo más de tal poder? Nosotros no tenemos deseos para participar de los padecimientos de Cristo. "A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte" (Fil. 3:10).
San Pablo dijo que él quiere tener los sufrimientos de Cristo, incluso al grado de parecerse a su Maestro en la muerte. ¡Algunos de los cristianos chinos y africanos han sufrido tanto como Cristo! Nosotros no hemos experimentado nada como eso. El amor a la comodidad y a la facilidad bloquea nuestro crecimiento espiritual. No estamos preparados para hacer grandes hazañas por Dios.
Hoy vemos muchos jovenes corriendo detrás del dinero, y es muy difícil encontrar mujeres y hombres jóvenes con carga y visión por el Reino de Dios. Cada país y sociedad tiene su norma aceptable. Usted debe terminar su grado con altas calificaciones y debe conseguir un buen trabajo. Luego debe poseer una casa bonita. Debe casarse con una muchacha con un buen trabajo. Cuando ambos ganan dinero, serán muy dichosos. Éstas son las directrices que nos impone la sociedad. Pero nosotros no debemos ajustarnos con el mundo. Cuando usted camina con Dios, vencerá el mundo fácilmente.
Hay una área que nosotros debemos ver victoria y es en nuestras palabras. "Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá ..." (Lucas 12:3). Si usted está hablando tonterías en su casa hoy, esto se convertirá en un hábito. Algunos días después, cuando otros estén presentes, usted hablará así también. Así esto vendrá a la luz.
Algunas veces tendemos a pensar: "O, estas palabras nunca deben salir de esta sala!" Pero si usted está asustado para pronunciar estas palabras fuera de la sala, ¿por qué habla usted en absoluto esas palabras qué no pueden aguantar la luz? Usted nunca debe decir: "No diga a otros lo que yo hablé aquí." Si sus palabras son justas, si sus palabras son puras, llenas de amor, edificantes, cualquiera las oirá. No hay ningún miedo. ¡Eso es un cristiano!
Así no hay nada sospechoso en la vida de un cristiano. Él está abierto, caminando en la luz, hablando en la luz, y lo que ha hablado en la recámara secreta puede ser dicho en el balcón. ¿Pueden sus palabras estar expuestas? Usted puede estar susurrando a su esposa un deseo mundano. Al final lo que hay en su corazón, se mostrará en su vida.
Si nosotros nos mantenemos alejados de las charlas negativas y tenemos victoria en nuestras palabras, entonces seremos más poderosos en la oración y en participar de Sus sufrimientos. Es un gran privilegio de sufrir por Jesús. Pueda el Señor ayudarnos a tener comunión en sus sufrimientos para que nosotros podamos heredar el poder que nuestro querido Señor nos ha prometido.
-Joshua Daniel
“Rica en Dios”
Mary Bosanquet era la hija de un mercader ingles muy rico. Ella pertenece a la
élite. Ella se vestía con las ropas y las joyas más caras
y más finas. Su padre conocía a todas las personas "
correctas". Todo lo que Mary quería, sólo necesitaba
comprarlo. ¿Qué más podría querer? Pero pronto algo
explotó como una bomba en la casa de los Bosanquet. A Mary la invitaron
a asistir a las reuniones que llevaba a cabo la Sociedad Metodista. Sin decirle
nada a su padre, ella fue a un culto, luego a más cultos.
¡Entonces sucedió! La rica Mary Bossanquet se convirtió. Se sentía como si estaba flotando en las nubes. ¡Oh, el regocijo de eso! Ella se lo dijo a su padre. Él estaba avergonzado cuando ella le dijo que se iba a unir a la Sociedad Metodista. ¡Cuán cruel, cuánta falta de agradecimiento!
Aún más, Mary invitó a sus hermanos a las reuniones y ¡hablo con ellos acerca de sus almas! Ella comenzó a vestirse con más modestia como la gente de la Sociedad de Metodistas. Eso añadió un insulto a la injuria, y un día, su padre se acercó a ella con una demanda:
"Mary, hay algo que quiero que me prometas. Es que tú jamás ahora ni después tratarás de que tus hermanos se conviertan en eso que llamas "cristianos".
Mary contestó: " Padre, no puedo consentir en eso."
"¡Si rechazas eso, me fuerzas a echarte de esta mi casa!"
"De acuerdo con tu vision de las cosas, lo haré."
Su padre replicó: "Tú no das valor a lo que te he dado; ¡viste las ropas simples de esa gente!"
¿Cómo podía la pobre Mary explicar que ella en realidad quería a su padre y apreciaba su interés y lo que le daba? Pero ella estaba decidida al dar su respuesta: "Cuando pienso en la palabra "santidad" o en el adorable nombre de Jesús, mi corazón parece incendiarse por Dios más que nunca. No puedo ya ir contigo a los lugares a divertirme, ni puedo vestir las costosas ropas que me compras. Debo permanecer a Dios y sólo a Dios." ¡Imaginen a una mujer o a un hombre joven, el ser elevado por el pensamiento en la santidad o en el nombre de Jesús!
El padre de Mary estaba furioso y le mandó que empaquetara sus cosas en un baúl. Dijo que se llevaran el carro de la familia y pronto Mary con toda su posesión en un maletero literalmente dejó su hogar para seguir a Cristo. A su joven sirviente y compañera, que también era cristiana, se le permitió que le acompañara. Al partir, Mary le dijo a su padre acerca de una promesa que Dios le había dado a través de Apocalipsis 3:4. "Dios me prometió que yo andará con Él en vestiduras blancas."
Desde las casa de los ricos, finamente arregladas y con terrazas y habitaciones para los sirvientes, con jardines exuberantes y hermosos, el carruaje viajó hacia Laytonstone, donde quedaban las casas de los pobres. La nueva residencia de Mary tenía dos habitaciones, con una vista deprimente de chimeneas y los patios sucios de sus vecinos. Ella no había traído velas, y pidió prestadas una mesa y dos sillas. Pero ella tenía "la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento" (Fil. 4:7).
Mary se arrodilló muchas veces, y allí encontró a Jesús, "el señalado entre diez mil." El Señor le recordó las palabras del salmista: "Aunque mi padre y me madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá" (Salmos 27:10). El Señor mantuvo Su promesa; Él nunca le falló. Mary a menudo decía: "Bueno, me lanzaron del mundo, y no tengo nada más que hacer que ser santa para Dios: santa en cuerpo y en espíritu. ¡Qué alma tan feliz tengo! De veras mi casa es un pedacito del cielo."
Las reuniones de oración se efectuaban en la nueva casa de Mary, y una mujer tras otra podían ser incluidas en el grupo. Su número creció en una proporción tal que Mary apeló ante John Wesley para que les enviara un predicador para los cultos del domingo, cosa que él hizo. Mary tomó a un grupo de niños en su casa, y casi treinta adultos. Ellos dependían completamente del Señor para su manutención. Dios, el Padre de los que no tienen padre, nunca les falló al suplir sus necesidades.
El padre de Mary le echó de su familia en 1760. Casi
37 años después nació Henry F. Lyte en Escocia. Mientras
Lyte se estaba preparando para el ministerio en Irlanda, Mary aún estaba
ejerciendo su ministerio entre los pobres y los rechazados de Laytonstone y
Hoxton. El
joven Lyte (más tarde vicario de Lower Brixham) escuchó la
historia de Mary. Inspirado por su coraje y la pureza de su vida, él
creó este adorable himno:
Jesús, he tomado mi cruz, y dejado todo para seguirte; desamparada, despreciada, abandonada, Tú serás mi todo desde entonces.
Perdida sea toda ambición vana, todo lo que busqué y esperé y supe; aun así, cuán rica es mi condición, ¡Dios y el cielo ya son de mi propiedad!
Dejen que el mundo me desprecie y me deje, ellos han dejado a mi Salvador también; los corazones humanos y sus apariencias me engañan; Tú no eres falso como los hombres.
Y mientras Tú sonríes sobre mí, Dios de sabiduría, amor y poder, el enemigo puede odiar, los amigos pueden abandonarme; muestra Tu cara y todo brilla.
-Seleccionado
“La Casa de Perfecta
Seguridad”
"Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca" (Lucas 6:47-48).
Cuando las personas construyen casas, ellos no son descuidados sino excavan profundo porque es en la casa bajo el techo en el cual todos los miembros vivirán. Jesús dice: "Cuando tú escuchas Mi Palabra y la haces, tú estas poniendo el fundamento y excavando en lo profundo." Cuando se excava profundamente, se descubrirá la realidad. Solo aquellos que observan Su Palabra descubrirán el fundamento, que es Cristo. Mientras usted esté viviendo la Palabra, usted se vuelve totalmente consciente del poder de alzar. Cada vez que usted entierra una palanca (obediencia) en la tierra y se apoya en el otro extremo, un poder extraordinario le levanta. Parece que usted va dos veces más profundo que normalmente.
Hay ángeles detrás de cada hombre que está tratando de vivir la Palabra de Dios. Cada hombre que está orando según la Palabra de Dios, pronto está llevado a la realidad y llega a un punto donde él encuentra la personalidad viva el cual es el Cristo. Una vez que usted contacta con Él, no tendrá ningún miedo y en Él usted construirá su fundamento. La Palabra de Dios la cual usted ha creído no es solo palabras que consisten de letras y frases las cuales son parte de un lenguaje, sino es la Palabra con su solidaridad en Cristo. Es la Palabra que es Cristo mismo. Él es el pan de vida.
Cualquiera que está intentando obedecer Su Palabra es constructor de una casa de seguridad perfecta. Inundaciones pueden venir, pero estará en pie por siempre. Nosotros vemos poderosos paredes y columnas de puentes que están siendo derrumbados en inundaciones. Los fundamentos de estos puentes son débiles. ¿Está construyendo su vida sobre la Palabra de Dios? ¿Está cavando profundo? Tales hombres nunca serán acudidos y sus casas nunca serán movidas y su futuro estará seguro.
Cuando usted excave profundo y alcance la roca en el fondo, obtendrá miel, aceite y todo lo que en su vida necesite. ¿Qué es anhelado en este mundo más que un cristianismo sólido y profunda paz y afectuoso servicio? Cuanto más se sierve a otros, cuanta más alegría obtendrá. Este es la maravillosa vida y el maravilloso descubrimiento que Jesús trajo a nosotros. Él que cumple Su Palabra, excava profundo y levanta su familia sobre esta Roca; el fundamento de tal familia es Cristo. Cuando usted va más profundo en oración y en obediencia a la Palabra de Dios, usted también será levantado al cielo como Pablo, donde usted verá a Dios cara a cara en toda Su gloria. ¿Puede Pablo después de tal experiencia jamás ser alejado de su fe? Esa es la razón porque él dice que nada puede separarle del amor de Dios el cual es en Cristo Jesús nuestro Señor. Obedezca la Palabra cueste lo que cueste y profundice. Solo así usted encontrará la roca y solo allí tendrá la miel que hará dulce su vida. Entonces endulzará cualquier cosa que tengas contacto con usted.
-El difunto Sr. N. Daniel
“Libre de la Esclavitud del Brahmanismo”
Yo soy de una aclamada familia hindú de la casta de los Brahmanos, en
Madras. Los Brahmanos son la casta sacerdotal de personas llenas de
idolatría, viejas costumbres, y supersticiones. Astrología,
horóscopo y observar ciertas tiempos fue muy común en nuestra
diaria vida familiar. Mi madre iba a adorar a ídolos en los templos
hindúes y en el hogar. Yo también le acompañaba en su
diaria adoración. Pero aunque yo participaba y le ayudaba, no
tenía temor de Dios ni conocimiento de pecado. Ya que estas
prácticas solo fueron rituales vacíos, pronto perdí todo
interés por Dios y me volví un duro ateista. Yo pensaba que la
real felicidad vendría a mí, cuando yo hiciera mis propias
"cosas" y satisficiera mis propios deseos.
Yo fui muy terco y rebelde cuando niña. Resistía a todo tipo de autoridad y tenía mi propio camino.Yo le hice la vida muy insoportable y pesada a mis padres. Yo robaba el dinero de sus carteras y esto dio lugar a mentiras interminables. Cuando tenía ocho años de edad, yo falsifiqué la firma de mi madre en mi examen escrito para indicar a los profesores que ella había visto las notas.
Cuando yo tenía alrededor de once años, un primo me introdujo en un juego aparentemente inocuo (algo como una tabla de Ouija). Pero esto llevó mi vida cuesta abajo. Anteriormente apenas veía películas sucias ni leía libros sucios. Pero ahora desarrollé un enfermizo apetito para ver más y más películas sucias y leer libros del mismo estilo.
Debido a estos malos hábitos, mi estilo de vida cambio para peor. Yo no podía hablar sin maldecir ni jurar. Mis pensamientos, palabras e imaginaciones se volvieron muy corruptos a la vista de Dios. Yo no tuve paz y la vida se volvió bastante insoportable. Yo incluso parecía perder mi memoria y comprensión. Y me di cuenta que no pude estudiar tan bien como antes. No sabía qué me estaba pasando, y deseaba saber si estaba volviéndome loco.
Milagrosamente en este tiempo yo entré en el Colegio de Medicina. Dondequiera yo quería tomar mis libros para estudiar, no podía concentrarme en mis libros. Pronto busqué ayuda de un psiquiatra. Pero me di cuenta de que el solo era un tipo de apoyo. Él no me pudo dar ninguna respuesta definida. Yo pobré libros de pensamiento positivo, yoga y meditación. Pero nada parecía ayudar.
Mis padres me llamaron a casa para participar en una especial `pooja' de un dios quien era considerado para prevenir males. Pero tan pronto como esta `pooja' terminó, me di cuenta de que en lugar de obtener paz, yo me volví más miserable. No había nada pero alboroto y confusión en mi casa después de este acontecimiento. Debido a esto, perdí cualquiera fe que tenía en los dioses hindúes.
Yo comenzó a preguntarme si existía el Dios de paz y amor en este mundo. Yo oré algo así: "Si existe un Dios real que pueda ayudarme, que se me manifieste y yo le seguiré." Un día vi al Señor Jesús. Sus manos fueron estrechadas hacia mí y yo fue atraído a Él. Y una maravillosa sensación de paz empezó a descender en mí. Yo me di cuenta de que Jesús es el verdadero Dios y oré que Él debía guiarme a una iglesia donde yo podía estar conducido en mi búsqueda a la realidad y verdad .
Pronto yo fui invitado al campamento de estudiantes conducido por la Comunidad Evangélica de Laicos en Enero de 1982, donde escuché al Hermano Joshua Daniel predicando de la Biblia. Yo escuché que Dios habla con nosotros a través de Su Palabra y que nosotros podemos encontrarnos personalmente con Dios a través de la persona de Jesucristo.
El Espíritu de Dios me condenó de mi
hipocresía e inmundicia. Yo empecé a arrepentirme y hacer
restitución. Escribí una carta a una profesora del colegio para
que me perdonara por falsificar la firma de mi madre. Yo escribí a una
profesora del colegio pidiendo su perdón por mal comportamiento en su
clase, pues había interrumpido su clase constantemente. Yo
devolví los libros los cuales había olvidado devolver a mis
amigos. Dios me habló claramente, acerca de la adoración a
ídolos a través de Deuteronomio 7:25. "Las esculturas de sus
dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas
para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación
a Jehová tu Dios." Así los deseché. El Señor
luego trató conmigo el asunto de mis amistades cercanas con personas
impías a través de 2 Corintios 6: 17-18. "... salid de en
medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo
inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y
vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderos." El Señor me dio coraje y fuerza para salir de estas
amistades del mundo.
Debido a mi nueva experiencia con el Señor Jesucristo
y el cambio que vino sombre mi vida, los otros estudiantes en mi residencia me
evitaban. Pero el Señor Jesús
fue mi refugio en todos mis días del colegio. Él me dio la
seguridad de salvación a través de
Lucas 7:48 y 50. " ... Tus pecados te son perdonados ... Tu fe te ha
salvado, vé en paz."
Real paz y gozo inundó mi vida. El Señor me dio gracia para estudiar bien. El me dio la victoria en mis ojos, palabras y mis pensamientos. Yo me siento totalmente indigno del eterno amor de Dios el cual me sacó de la gran oscuridad de mi corazón y de mi mente, en su maravillosa luz. Yo quiero servirle a Él y serle fiel y estar firme en la comunidad de los hijos de Dios, hasta el final de mi vida.
-Dr. Shanti Seshadri
Esta
publicación periódica es emitida seis veces al año por la
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